Colaboraciones en revistas especializadas y periódicos realizadas entre 2011 y 2019 por María Fraile Yunta, historiadora del arte y periodista cultural especializada en arte español del siglo XX

domingo, 12 de mayo de 2013

Mi ciudad evaporada


Isabel Castellanos, Atrapada en el color, 2008
       Como si de un lento paseo mojado se tratara, de un trayecto envuelto de agua que hace de todo aquello que rodea un sueño, la imagen de una lejana ciudad que ha dejado el ámbito de lo tangible para pasar a formar parte de lo soñado, de aquello que hace que la mente sea capaz de volverse hacia sí misma, los oídos sientan la bruma y la piel, la humedad hasta evaporarse, desaparecer a la par que esos cubículos colgados de la roca bajo un cielo cargado de intenciones, dispuesto a recibir las emisiones de los dos ríos que configuran su rostro...

Una ciudad colgada, como tantas veces se reiterado, pero colgada esta vez, a la merced ahora, de los caprichos de la niebla, de esa niebla que no es más que vapor de agua, agua evaporada, agua en estado gaseoso que se mueve, rodea, perfila…, que decide lo que ha de verse y lo que no, lo que ha de permanecer adherido a la realidad, que es poco, y lo que ha de penetrar en el ámbito de los sueños: ese lugar donde lo reconocible se vuelve irreconocible y lo irreconocible, reconocible…
 
Isabel castellanos, Entre la niebla, 2010
La luz blanca se torna anaranjada, rosada…, luz coloreada que envuelve hasta configurar una ciudad Atrapada en el color (2008), Insólita (2002), Mítica (2003)…, pues mítica es una ciudad colgada por imposible, por impensable y posible a la vez, por  posible y al tiempo insólita, pero también, una ciudad que se inmiscuye en el ámbito de lo informe, de lo abstracto, de aquello que comienza a ser irreconocible, tal vez por eso de hallarse entre lo real y lo soñado….

Está Amaneciendo (2009), y en medio de un Remanso (2010) de paz mientras que paseo en barca, contemplo los Reflejos (…) (2001) dorados en el agua, lo que la estación Otoñal (2013) regala, pero prefiero el atardecer, Atardecer (2003) y seguir Atrapada en el color (2008), perdida Entre la niebla (2010), en medio de ese sueño del que sólo hacen despertar -sin conseguirlo- las protuberancias de la roca, las huellas duras de la espátula; contemplar esa vaporosa Composición (2001) informe y, una vez más, siempre una vez más, esa ciudad Mítica (2003), esa ciudad que, Atrapada en el color, semejaba una ciudad cubista, tal como si de Horta de Ebro se tratase, o impresionista, tal y como semejaba en Niebla en el Jucar (2001), y que ahora no es más que una ciudad a la que el agua, la niebla y la luz, por insólita, han convertido en Mítica.

Isabel Castellanos, Mítica, 2003
“Paisajista o paisista, Isabel pone el espejo ante la vida para que la vida pinte en su espejo el paisaje. No el paisaje real, no el paisaje imaginado, sino el paisaje interiorizado, pasado por el tamiz propio hasta convertirlo en paisaje presentido (…). Podría si quisiera Isabel pintar el árbol en el paisaje horizontal, la rama en el árbol y en la rama el pájaro, pero el pájaro que ella quiere que cante en la rama del árbol que sitúa en el paisaje horizontal es el pájaro de la emoción trascendida”, dice de esta pintora conquense cuya obra se expone en el Hotel Leonor de Aquitania hasta el veintinueve de Mayo, el crítico Antonio Martínez Cerezo…

Y es que el pájaro que Isabel quiere que cante en la rama del árbol que sitúa en el paisaje horizontal es el pájaro de la emoción trascendida, pero el sonido que ella quiere que emerja de ese paisaje horizontal es el que emite una ciudad diluyéndose en medio de un sueño mojado.
                                                                                  
Isabel Castellanos, Atardecer, 2003



EXPOSICIÓN: "CUENCA EN EL CORAZÓN"; ARTISTA: ISABEL CASTELLANOS; UBICACIÓN: HOTEL LEONOR DE AQUITANIA DE CUENCA; CLAUSURA: 29 DE MAYO DE 2013

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