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Isabel Castellanos, Atrapada en el color, 2008 |
Una ciudad colgada, como tantas veces
se reiterado, pero colgada esta vez, a la merced ahora, de los caprichos de la
niebla, de esa niebla que no es más que vapor de agua, agua evaporada, agua en
estado gaseoso que se mueve, rodea, perfila…, que decide lo que ha de verse y
lo que no, lo que ha de permanecer adherido a la realidad, que es poco, y lo
que ha de penetrar en el ámbito de los sueños: ese lugar donde lo reconocible se
vuelve irreconocible y lo irreconocible, reconocible…
La luz blanca se torna anaranjada, rosada…,
luz coloreada que envuelve hasta configurar una ciudad Atrapada en el color (2008), Insólita
(2002), Mítica (2003)…, pues
mítica es una ciudad colgada por imposible, por impensable y posible a la vez, por
posible y al tiempo insólita, pero
también, una ciudad que se inmiscuye en el ámbito de lo informe, de lo abstracto,
de aquello que comienza a ser irreconocible, tal vez por eso de hallarse entre
lo real y lo soñado….
Está Amaneciendo (2009), y en
medio de un Remanso (2010) de paz
mientras que paseo en barca, contemplo los Reflejos
(…) (2001) dorados en el agua, lo que la estación Otoñal (2013) regala, pero prefiero el atardecer, Atardecer
(2003) y seguir Atrapada en el color (2008), perdida Entre la niebla (2010), en medio de ese
sueño del que sólo hacen despertar -sin conseguirlo- las protuberancias de la
roca, las huellas duras de la espátula; contemplar esa vaporosa Composición (2001) informe y, una vez
más, siempre una vez más, esa ciudad Mítica
(2003), esa ciudad que, Atrapada en el color, semejaba una ciudad cubista, tal como si de Horta de
Ebro se tratase, o impresionista, tal y como semejaba en Niebla en el Jucar (2001), y
que ahora no es más que una ciudad a la que el agua, la niebla y la luz, por
insólita, han convertido en Mítica.
Isabel Castellanos, Mítica, 2003 |
“Paisajista o paisista, Isabel pone
el espejo ante la vida para que la vida pinte en su espejo el paisaje. No el
paisaje real, no el paisaje imaginado, sino el paisaje interiorizado, pasado
por el tamiz propio hasta convertirlo en paisaje presentido (…). Podría si
quisiera Isabel pintar el árbol en el paisaje horizontal, la rama en el árbol y
en la rama el pájaro, pero el pájaro que ella quiere que cante en la rama del
árbol que sitúa en el paisaje horizontal es el pájaro de la emoción trascendida”,
dice de esta pintora conquense cuya obra se expone en el Hotel Leonor de
Aquitania hasta el veintinueve de Mayo, el crítico Antonio Martínez Cerezo…
Y es que el pájaro que Isabel quiere
que cante en la rama del árbol que sitúa en el paisaje horizontal es el pájaro
de la emoción trascendida, pero el sonido que ella quiere que emerja de ese
paisaje horizontal es el que emite una ciudad diluyéndose en medio de un sueño
mojado.
Isabel Castellanos, Atardecer, 2003 EXPOSICIÓN: "CUENCA EN EL CORAZÓN"; ARTISTA: ISABEL CASTELLANOS; UBICACIÓN: HOTEL LEONOR DE AQUITANIA DE CUENCA; CLAUSURA: 29 DE MAYO DE 2013 |
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