Colaboraciones en revistas especializadas y periódicos realizadas entre 2011 y 2019 por María Fraile Yunta, historiadora del arte y periodista cultural especializada en arte español del siglo XX

martes, 5 de noviembre de 2013

Cajas de cerillas

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA ALCAZABA (Nº 47) EL 1 DE NOVIEMBRE DE 2013


Gerardo Rueda, Sin título, 1967

Cuando era niño aprendí a pintar y ahora sé pintar. Cuando era niño aprendí a pegar y ahora sé pegar. Pero solo cuando era niño. Cuando era niño aprendí a pintar y aprendí a pegar igual que sé pintar ahora, porque aprendí a pintar cuando era niño. Cuando era niño aprendí a colorear sin salirme de los bordes, porque no podía salirme de los bordes; y ahora tampoco me salgo de los bordes porque de los bordes no hay que salirse. Cuando era niño aprendí a pintar y aprendí a pegar y aprendí a no salirme de los bordes mientras jugaba porque aprendí a jugar cuando pintaba.

Pero solo cuando era niño, porque era niño cuando pintaba y pintaba cuando pegaba, cuando jugaba a no salirme de los bordes porque era niño cuando pintaba y pintaba cuando pegaba, cuando volteaba las cajas de cartón que guardan las cerillas, porque esas cajas de cartón guardaban las cerillas aunque ya no guarden las cerillas, porque ya no guardan las cerillas aunque sean de cerillas.

Gerardo Rueda, In memoriam A.M.S., 1965

Cuando era niño jugaba a divertirme con las cajas de cartón que guardaban las cerillas, las volteaba, las giraba y las cambiaba de posición hasta componer un puzzle de color. Cuando era niño jugaba a divertirme con las cajas de cartón que guardaban las cerillas, las volteaba, las giraba y las cambiaba de posición hasta componer un puzzle de color. El puzzle era de color rojo, de color azul, de color cerilla, porque las cajas de cartón eran para guardar cerillas y el puzzle era de color azul, de color rojo, de color cerilla, aunque las cajas de cartón ya no guarden las cerillas.

Cuando era niño jugué a pintar, jugué a pegar y jugué a construir con cajas de cerillas castillos de colores. Cuando era niño jugué a pintar, jugué a pegar y jugué a construir con cajas de cerillas castillos de colores, porque las cajas de cerillas están pintadas de colores que empleaba cuando era niño, cuando jugaba, cuando pegaba, cuando construía castillos de colores con cajas de cerillas. Cuando era niño construía castillos de colores con cajas de cerillas que pintaba, pegaba y volteaba hasta componer un puzzle de color en el espacio, porque era un puzzle de color en el espacio lo que componía con cajas de cerillas que pintaba, pegaba y volteaba hasta construir castillos de colores. 

Gerardo Rueda, Collage Francés, 1967

Cuando era niño aprendí a pintar, aprendí a pegar y aprendí a componer en el espacio con cajas de cerillas: donde habita el desorden, que en verdad es orden, porque no podía salirme de los bordes. Cuando era niño aprendí a pintar, aprendí a pegar y aprendí a componer en el espacio con cajas de cerillas: donde habita el desorden, que en verdad es orden, porque no podía salirme de los bordes, que delimitan al espacio trascendido: “(…) cual la arena donde dejar tu huella sin enfrentar resistencia, donde las marcas no pueden envejecer porque desaparecen antes”; y eso que yo era niño.  

Cuando era niño construía sobre la arena laberintos de cartón donde las cajas de cerillas emitían sombras de colores. Cuando era niño construía sobre la arena laberintos de cartón donde las cajas de cerillas emitían sombras de colores. Porque las sombras del cuadro Rojo son de color rojo, las del Amarillo con verde, de color verde, de color naranja, de amarillo, “(…) cual la arena donde dejar tu huella sin enfrentar resistencia, donde las marcas no pueden envejecer porque desaparecen antes”; y eso que yo era niño. Porque era niño cuando pintaba y pintaba cuando pegaba, cuando construía, y también cuando dejaba mi huella en la arena trascendida por las sombras que al azar reflejaban las cajas de cerillas.

Gerardo Rueda, Collage alemán, 1967
Cuando era niño aprendí a pintar y ahora sé pintar. Cuando era niño aprendí a pegar y ahora sé pegar. Pero sólo cuando era niño. Porque era niño cuando jugaba y jugaba cuando pintaba, cuando pegaba, y también cuando construía sobre la arena castillos de colores y dejaba mi huella trascendida por las sombras que al azar reflejaban las cajas de cerillas.

Pero sólo cuando era niño.

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